Preparar a los niños para su primer día de clases es un evento que muchos padres reciben con emociones mixtas. Se desarrollan sentimientos de alegría y expectativa por las nuevas experiencias que sus hijos vivirán y porque cuando los infantes comienzan a ir a la escuela es una señal de que los niños están creciendo. Al mismo tiempo las madres comienzan a experimentar sentimientos de tristeza y preocupación porque ya no tienen total control sobre sus hijos y porque no están presentes todo el tiempo para protegerlos.
Las siguientes son recomendaciones que expertos en materia educativa ofrecen a los padres para preparar a sus niños en su primer día de clases:
1. Prepararlos para el gran día Siempre hábleles a sus hijos de la escuela de manera positiva. Leer en familia Lea libros sobre ir a la escuela y hacer nuevos amigos. “Se trata de construir entusiasmo acerca de la experiencia de ir a la escuela y por aprender”, dijo una experta del Colegio de Educación de la Universidad Estatal de Arizona (ASU).
2. Dormir bien Muy importante. Establezca horarios de ir a la cama durante el año escolar. Según la Academia Nacional de Pediatría de Estados Unidos, es recomendable que los niños de 3 a 6 años de edad, duerman entre 10 a 12 horas al día. Investigaciones de universidades en EU han relacionado problemas de conducta (como agresión, comportamiento contrario, irritabilidad en el carácter, no cumplir con órdenes de maestros, hiperactividad, falta de atención, etc.), con niños que no duermen, ni descansan lo suficiente.
3. Conocer al maestro . Experto de distritos escolares del sur de Phoenix y de ASU, recomendaron que los padres conozcan a los maestros que van a enseñar a sus niños en el primer grado. A pesar de que es el primer nivel de la educación formal de los niños, es esencial de que a través del año escolar los padres conozcan a los maestros y se desarrolle un vínculo que permita una fluida comunicación donde se informe sobre peculiaridades del niño, el proceso de aprendizaje, las fortalezas y debilidades del niño.
4. Proactividad. En vez de esperar el reporte que se emite cada nueve semanas, es aconsejable que los padres pregunten por lo menos una vez a la semana, sobre el progreso, tareas para la casa y actividades diarias completadas o no, por sus niños. “¿Cómo va mi hijo?”, la pregunta más común y frecuente de padres a maestros, es de singular importancia ya que desde el primer grado se debe comenzar a monitorear con mucha atención el desarrollo educativo de los niños.
Las siguientes son recomendaciones que expertos en materia educativa ofrecen a los padres para preparar a sus niños en su primer día de clases:
1. Prepararlos para el gran día Siempre hábleles a sus hijos de la escuela de manera positiva. Leer en familia Lea libros sobre ir a la escuela y hacer nuevos amigos. “Se trata de construir entusiasmo acerca de la experiencia de ir a la escuela y por aprender”, dijo una experta del Colegio de Educación de la Universidad Estatal de Arizona (ASU).
2. Dormir bien Muy importante. Establezca horarios de ir a la cama durante el año escolar. Según la Academia Nacional de Pediatría de Estados Unidos, es recomendable que los niños de 3 a 6 años de edad, duerman entre 10 a 12 horas al día. Investigaciones de universidades en EU han relacionado problemas de conducta (como agresión, comportamiento contrario, irritabilidad en el carácter, no cumplir con órdenes de maestros, hiperactividad, falta de atención, etc.), con niños que no duermen, ni descansan lo suficiente.
3. Conocer al maestro . Experto de distritos escolares del sur de Phoenix y de ASU, recomendaron que los padres conozcan a los maestros que van a enseñar a sus niños en el primer grado. A pesar de que es el primer nivel de la educación formal de los niños, es esencial de que a través del año escolar los padres conozcan a los maestros y se desarrolle un vínculo que permita una fluida comunicación donde se informe sobre peculiaridades del niño, el proceso de aprendizaje, las fortalezas y debilidades del niño.
4. Proactividad. En vez de esperar el reporte que se emite cada nueve semanas, es aconsejable que los padres pregunten por lo menos una vez a la semana, sobre el progreso, tareas para la casa y actividades diarias completadas o no, por sus niños. “¿Cómo va mi hijo?”, la pregunta más común y frecuente de padres a maestros, es de singular importancia ya que desde el primer grado se debe comenzar a monitorear con mucha atención el desarrollo educativo de los niños.
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